Un sellador es una fina capa plástica que se aplica a la superficie de masticación de los molares, premolares y cualquier surco profundo (llamado hoyos y fisuras) de los dientes. Más del 75% de las caries dentales comienzan en estos surcos profundos. Los dientes con estas condiciones son difíciles de limpiar y son muy susceptibles a las caries. Un sellador protege el diente sellando surcos profundos, creando una superficie suave y fácil de limpiar.
Los selladores pueden proteger los dientes de las caries durante muchos años, pero es necesario revisarlos para ver si están desgastados y astillados en las visitas regulares al dentista.
Razones para los selladores:
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Niños y adolescentes : tan pronto como aparezcan los molares de los seis años (los primeros dientes posteriores permanentes) o en cualquier momento a lo largo de los años propensos a la caries de 6 a 16 años.
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Adultos : superficies dentales sin caries que tienen surcos o depresiones profundas.
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Dientes de leche : se hace ocasionalmente si los dientes tienen surcos o depresiones profundas y el niño es propenso a las caries.
¿Qué implican los selladores?
Los selladores se aplican fácilmente por su dentista o higienista dental y el proceso toma solo un par de minutos por diente.
Los dientes a sellar se limpian a fondo y luego se rodean con algodón para mantener el área seca. Se aplica una solución especial a la superficie del esmalte para ayudar a que el sellador se adhiera a los dientes. Luego, los dientes se enjuagan y secan. El material sellador se pinta cuidadosamente sobre la superficie del esmalte para cubrir las ranuras o depresiones profundas. Dependiendo del tipo de sellador utilizado, el material se endurecerá automáticamente o con una luz de curado especial.
El cuidado adecuado en el hogar, una dieta equilibrada y las visitas regulares al dentista ayudarán en la vida de sus nuevos selladores.